En el vertiginoso ritmo de la vida del siglo XXI, llegar a casa después de un extenuante día de trabajo y plantarse ante la cocina puede presentarse como un cometido monumental. Justo en ese momento donde el envío de comida en Longchamps se erige como un aliado indispensable. Aun así, no cualquier paladín viste manto, y no todas las motos que